Una vez fui peluquero

Recuerdo aquella época con mucho cariño, una gran dedicación y sensaciones entrañables. No todo fue un camino de rosas, pasaron muchas cosas, pero pude descubrir con los años, que ser peluquero era mucho más que eso. Me formó como persona, fue una gran escuela.

Nuestro trabajo solo se ve al final, una vez realizado.

Algo que te enseña a tratar con la gente de una forma especial, a fijarte en infinidad de detalles que aporten ideas para lo que va a suceder, la creación de algo.
No vendemos nada tangente que la gente pueda probarse y decidir si le gusta o lo quiere, se arriesga confiando en nuestro saber hacer.

No tardé mucho en abrir mis primeras peluquerías, no sin esfuerzo. Estudié como nunca, sobre todo la forma de transmitir lo que iba aprendiendo, como enseñar lo que sabía a mis equipos de trabajo, en crear un concepto, una imagen de marca y no le di mucho valor a saber cómo ser tan buen empresario como peluquero, así que las cosas fueron como fueron.

No tenía ni idea de nada, sabía que quería hacer algo distinto, crear una metodología, una forma de tratar y hacer, pero no sabía por dónde empezar. No existía internet, ni las redes, ni cadenas privadas de TV, ni ordenadores, ni ningún milagro como Photoshop.

Cuando me di cuenta de lo importante que era contar con la figura de un asesor, del facilitador que sabia a quien llamar, como se podía hacer o cuanto costaba las cosas que me proponía hacer todo empezó a cobrar sentido.

La lástima es que ya era tarde, el sueño tuvo que cerrarse y esperar una mejor ocasión. La lección aprendida fue ver que esto les había sucedido a otros y seguirá sucediendo mientras no nos diéramos cuenta de que las ilusiones que tenemos para nuestro negocio hay que tratarlas como tal, ilusiones con una visión empresarial con lo que ello implica.

Luego vinieron otros éxitos, muchas cosas que marcaron la diferencia. Destacaría la que más, cuando de verdad te aplicas a formar a tu equipo de trabajo, mejoras su calidad técnica y les creas objetivos que den sentido a su día a día laboral. Sentir esa armonía y buen rollo en el entorno se transmite a los clientes.

Más tarde descubres por casualidad que hay una cosa nueva que te facilita la gestión y te aporta mucha información interesante, los ordenadores. Y en ese momento todo cambió, puede parecer tonto, poco importante y muchas cosas más, pero lo mejoró todo y mucho.

Sobre todo aporto la posibilidad de ser más consciente en tiempo real de una información que hasta el momento resultaba muy laboriosa de recolectar.

De pronto, en unos minutos, con unos cuantos clics sabía cuanta gente había atendido, en qué días. Cuantos cortes, secados, colores, permanentes, productos vendidos, hombres, mujeres y niños habían pasado por mi salón. Podía compararlo con el mes anterior, ver que había cambiado, en qué había subido y en que bajado.

La frecuencia de asistencia era la más valiosa, sabía ver con facilidad quién había dejado de venir, desde cuándo y si había cambiado su frecuencia de visitas, en fin, sentía que controlaba con facilidad un montón de información que cada vez que había pensado llevarla de forma clásica, con la agenda, había acabado por volverme loco.

Y solo era la punta de lanza, el principio. La tecnología había llegado para quedarse.

He visto crecer todas esas tecnologías con los años. Veo también con claridad sus múltiples aplicaciones a la peluquería, sobre todo en la gestión, formación y atención al cliente, pero me sorprende que aún sean tan poco explotadas después de estar disponibles desde hace tantos años.

 

Unos consejos por si te animas a montar tu negocio

En esta página si queréis verlo os dejo un esquema básico de los apartados que hay que tener en cuenta si deseas montar cualquier negocio de peluquería o belleza. Si tienes alguna duda, no te lo pienses mucho, ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos en todo lo posible ha hacer tu sueño realidad, sin compromisos.

En esta otra os dejo una propuesta que puede ayudar a quien no tenga presencia en internet o la que tenga este obsoleta y hacer una inversión considerable para actualizarla sea inviable en estos momentos. En Bucles somos conscientes de lo importante que resulta la presencia en Internet. No solo por la internacionalidad de nuestro negocio al poder ser visto desde cualquier parte del mundo, verán nuestro mensaje, lo que hacemos, quién somos, dónde estamos y porqué  somos una opción a tener en cuenta.

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